
Han pasado casi 5 años desde aquella mañana de Septiembre. Hoy puedo contar lo que me encontré al otro lado del trayecto... Me encontré mucho esfuerzo, muchas horas, muchos sacrificios, dudas para el futuro. Hojas de apuntes, bocadillos de tortilla, pizzas de bechamel, libros de Excel. Muchos quebraderos de cabeza, llantos, angustias y estrés. Y diversión, a raudales. Estilo, mediodías al sol, confidencias, imparables ataques de risa. Pero, sobre todo, me encontré personas.
Profesores anticuados, retrógrados, machistas, infinitamente sabios (hasta el punto de parecer la Wikipedia), infinitamente idiotas (hasta el punto de no saber su propio temario). Profesoras irritantes, malfolladas, absorbe-pantalones, zumbadas, simpáticamente ceceantes, incapaces de afrontrar sus frustraciones, capaces de comparar a Obama con una hez de corzo. Compañeros vagos, trabajadores, divertidos, aburridos. Fugaces, pero inolvidables. Eternos, tan arcaicos como la propia Facultad. Feos, guapos, agradables, repulsivos, follables, de esos que no tocarías ni con un palo, asexuales. Chonis insoportables, pijas con jardín y limacos, neanderthales de minuto y medio.
Gente con un lazo rosa. El "hippismo" personificado, u otra manera de hacer un trabajo de Botánica. Una chica callada y sonriente, pero con una hijoputez interna en crecimiento exponencial. Los más maravillosos rizos, y la risa más contagiosa. Alguien orgulloso de su pueblo, ante todo, y que en sueños me recomienda disfrazarme de Capitán Pescanova. Alguien orgulloso de mi pueblo, ante todo, y con potencial para gobernar el mundo... o la UPV. La voz de la sensatez, que no duda en vestirse a juego para las fotos y en teñirse el pelo del rubio más sorprendente. La adorable choni, alguien con quien compartir el amor por el estampado de leopardo y los oros, y que lo mismo te ayuda a comprender lo "pindia" que es una pendiente, como te ayuda a soportar el "sincio" con aires de "raquera". La sonrisa permanente, el batacazo potencial constante, un sonido de cascabeles y un cactus en miniatura. Lo tierno del cuero, los azotes, los tutús negros y el hablar soez.
Y, durante todo ese tiempo, fiel e invariablemente, una zorrupia en la mesa de al lado.
I clearly love you from the bottom of my heart... and I will forever.
ResponderEliminarespero serle siempre fiel a estas lineas y no traicionar a la parte de "la sonrisa permanente"
ResponderEliminarJoooo q bonitooo!!! me has puesto la piel de gallina! gracias por todos los momentos que hemos vivido juntos! de ahora en adelante nos espera un camino diferente, un nuevo trayecto... y yo al menos estoy aún más nerviosa que al principio, sin saber qué me aguardará el futuro... pero por otra parte sé que no estoy sola, que mi fuerza la constituyen personas que me he ido encontrando en el camino y que como pegatinas de nevera he ido pegando en mi alma de tal modo que cuando llego a un cruce sin tener ni idea de por donde tirar, las pegatinas me hablan, me consuelan, me tiran de la lengua, me escuchan, me echan la bronca, se ríen... en cada momento están conmigo recordándome que no estoy sola y que nunca más lo estaré. Me explico fatal pero gracias por ser una de esas pegatinas... :)
ResponderEliminar