domingo, 25 de abril de 2010

La huida...

El sol del atardecer arranca destellos cobrizos de su pelo, agitado por esa brisilla marina de principios de verano, la que te obliga a salir de casa a las 4 de la tarde con una engorrosa cazadora en la mano si no quieres congelarte a las 7. Y, a pesar de ello, todo es perfecto. Vale, no lo es, sigo sin tener un duro y mi futuro laboral sigue igual de jodidamente indefinido. El mundo no ha superado la "crisis" de los cojones, continúan las muertes en Oriente Medio y aún nadie ha asesinado cruelmente a Belén Esteban. Pero, dentro de lo malo, la situación es prácticamente idílica. Utópica. Pura fantasía. Vale, sí, quizá el peta que tengo entre los dedos tiene algo que ver en mi apreciación de la realidad (y el anterior... y el otro anterior), pero lo importante es el resultado...

Y el resultado es todo esto. Al lado mío, parte de "todo esto" se descojona. Efectivamente, esta cosa verde a algunos nos hace divagar sobre la vida, pero hay a quien simplemente le saca el lado más absurdamente cómico. Una fila de dientes de un blanco insultante y una simetría perfecta se burla de mí desde el otro lado de la toalla. Hundiría su asquerosamente perfecto careto en la arena, pero prefiero comerle la boca. Sólo. Que esto es un sitio público y no, las leyes sobre eso tampoco han mejorado. Me dice que se reía de mí por la cara de mono lobotomizado que tenía hace un momento. Que en qué estaba pensando. Evidentemente, no se lo digo. Prefiero aprovechar el tiempo.

El tiempo, que me ha enseñado cómo todo puede cambiar en pocos meses. Hace poco más de un año, ahí estaba yo, a punto de acabar la carrera y sin saber qué hacer con mi vida. Queriendo escapar, correr, alejarme de las cosas que tanto me agobiaban e intentando encontrar algo que sabía que tendría que buscar lejos. Lejos de toda la mierda en la que estaba inmerso. Y me tiraba horas delante del ordenador, charlando con esa curiosa y atípica amiga que se convertía en carpetera según el ciclo lunar, dejando pasar el tiempo sin decidirme a hacer nada resolutivo. Hasta que, una noche, tuve una epifanía.

Que en qué pienso, dice... Joder, como para explicarle todo eso. Mejor, como ya he dicho, es aprovechar el tiempo. Nuestro tiempo. Que mi colega carpetera y cibernética querrá detalles luego... God bless Twitter. Jodida brisa marina, qué frío hace... Parece que aquí cerca, alguien piensa lo mismo y se acurruca. Y los últimos rayos de sol se reflejan en sus ojos grises, misteriosamente enrojecidos, por cierto...

"Muchacho, vete ya, a otro lugar... Cabeza alta y lágrimas..."
Despídete - Ella Baila Sola

Dicen que huir es de cobardes. En fin, nunca me he considerado un tío valiente...

2 comentarios:

  1. "aún nadie ha asesinado cruelmente a Belén Esteban." Exacto, aún...Dame tiempo para ganar un poco de pasta y comprar un matarratas...:P

    Muy fuerte que me tenga que enterar cosas de tu vida por aquí. Muy fu! xD

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  2. De mi vida?? No way, esto es ficción, Javi... O no. :P

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